Cuando viajar no es un placer
"Chinches aplastadas en las paredes, subiendo por las camas de madera, emergiendo del suelo de madera. Las chinches huelen, aparte de las picaduras". ¿Quién ha dicho que viajar es un placer? Para la periodista y escritora estadounidense Martha Gellhorn (1908-1998), muchas veces no lo fue, quizá porque tentó demasiado a la suerte: viajó a 53 países distintos, vivió en siete y tuvo 11 casas permanentes a lo largo de su vida. Y eso que muchas veces la misión era apasionante: hacer reportajes sobre la guerra chino-japonesa; buscar los estragos de los submarinos alemanes en las islas del Caribe durante la II Guerra Mundial, hacer un safari de placer cruzando África de Oeste a Este... En cualquier caso, en cinco ocasiones fue un verdadero infierno. Y así es el título del libro que recoge esas epopeyas por vez primera en castellano: Cinco viajes al infierno (Altaïr). O, en sus palabras: "Mis mejores viajes horribles".
Información obtenida de El País para iPhone.
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