Cada verano, miles de búlgaros que se fueron a vivir al extranjero regresan al país, con la esperanza de volver a ver a los viejos amigos. Pero para éstos últimos, estos reencuentros obligados se vuelven un calvario, tal y como constata con ironía el escritor Guéorgui Nikolov.
http://www.presseurop.eu/es/content/article/785781-emigrantes-dejadnos-en-paz
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