"Tu tribu sabrá ver en tus fallos la semilla de tus éxitos"
¡No pienso trabajar! ¡Paro, no! ¡Trabajo, tampoco! Trabajo es una palabra odiosa ya en su origen (tripalium: los tres palos donde se ataba a los esclavos para azotarlos). Marx demostró que ese estúpido esclavismo no fracasó por inhumano, sino por ineficaz. Otro Marx, Groucho, puso en evidencia a los esclavos de la rutina mental.
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